martes, diciembre 25, 2007










" Quien desde fuera mira a través de una ventana abierta, jamás ve tantas cosas como quien mira una ventana cerrada. No hay objeto más profundo, más misterioso, más fecundo, tenebroso y deslumbrante que una ventana tenuemente iluminada por un candil. Lo que la luz del sol nos muestra siempre es menos interesante que cuanto acontece tras unos cristales. En esa oquedad radiante o sombría, la vida sueña, sufre, vive.

Por sobre las olas de los tejados, acierto a entrever a una mujer madura, arrugada ya, pobre, perpetuamente enfrascada en su tarea y que nunca sale. Con su rostro, con su atuendo, con sus gestos, con apenas nada, he reconstruido la historia de esta mujer, o quizá fuera mejor decir su leyenda, y de vez en cuando, entre lágrimas, me la recito a mí mismo.
De haber sido un pobre anciano, habría reconstruido la suya con la misma naturalidad.
Y me acuesto, satisfecho de haber vivido y padecido en la piel de otros.
Y tal vez me digan: "¿Cómo sabes que esa leyenda es la verdadera?". ¡Qué me importa la realidad que se halle fuera de mí, si me ha ayudado a vivir, a sentir que soy y lo que soy"
Después de Baudelaire me quedé pensando en algunas cosas...

la primera es de detalles que se pueden pensar a primera vista de lo leído como:

Aquel encanto recóndito en nuestras almas, en nuestros sentidos...
¿quién no ha sentido pasión por aquel placer oculto y culpable o por aquel miedo

que te mueve a cometer lo que te puede costar más de un grito?
Es ese deseo el que por lo menos a mí me hace sentir más que humano, más que un ser que respira y siente, me hace sentir que puedo llegar más allá de las fronteras de mi cuerpo, que puedo hacerme noche, de lo tenue, que puedo llegar a ser brisa...



"perpetuamente enfrascada en su tarea"

¿A caso no es cierto?

A diario mueren y nos abandonan personas, nos abandonan almas y vidas que no supieron más que estar en lo que este mundo les impuso, nunca tuvieron voz propia, nunca pudieron imponer aquellos deseos que desconcertaron sus sentidos ante una sociedad que quizás les reprimió demasiado. Y llega la vejez, llega ese trago amargo como cualquier final, pero con su suspiro dulce de nuevo comienzo.

La suerte actual, al menos así no nos ha tocado la puerta. que alivio.

Es bueno impregnarse de esa dicha ajena o nostalgia impropia.

Y entonces pienso en las últimas palabras de Baudelaire

de ellas se pueden deducir muchas cosas, pero es todo tan relativo...



en ese caso ¿qué piensan que quiso decir?
relativo a la epistemología no sé mucho pero creo que no es necesario para darle un significado.
Y claro, supongo que todo lo que dijo hace alusión a la incapacidad del ser de poder traspasar los límites de la realidad.

De eso poco y mucho se sabe y sé que mis palabras son bastante ilusas por lo demás. Me falta saber, pero eso no me priva de opinar.

¿En qué estamos? ¿qué es esto a lo que llamamos vida? existencia? normalidad?

Preguntas demasiado frecuentes pero jamás con una respuesta universal. y

¿qué es universal entonces?

absolutamente nada.

A veces la ciencia suele coincidir con lo que nuestro ser en colectividad experimenta.


demasiadas veces...


pero aún así, no tengo a nadie que me compruebe si no es todo una trampa de mi pensamiento?



la mente tiene infinitos límites para crear cosas tan lógicas como la vida misma que llevamos..

en ese caso

no tenemos idea de que existe y que no, pero la clásica respuesta es que sabemos que nosotros existimos desde que pensamos y aún así, desconocemos lo demás.



por eso le creo a Charles, le creo porque, ¿qué nos importa a nosotros si lo demás existe? ¿si lo demás es o no es? si finalmente es lo que nos ayuda a ser lo que somos, a pensar como lo hacemos y a tener nuestro propio mundo, nuestra ventanita y perspectiva de la ajena circunstancia que nos rodea.



Y si alguien más tiene esa clase de preguntas y no se conforma con aceptar la situación de ser humano, para eso y mucho más está Dios... que hoy mismo conmemoramos aquel nacimiento. A todo aquello muchísimas gracias, pues... su mensaje llega mucho más allá del existir, mucho más allá de cualquier religión e institución.